Aquí te dejamos 10 curiosidades que probablemente no conocías sobre los ornitorrincos. 1. El ornitorrinco es bastante singular, imag...
Aquí te dejamos 10 curiosidades que probablemente no conocías sobre los ornitorrincos.
1. El ornitorrinco es bastante singular, imagina: pone huevos y tiene glándulas mamarias, tiene pico de pato pero está cubierto de pelo y pese a ser de sangre caliente, posee un esqueleto característico de los reptiles, animales de sangre fría.
2. Es interesante que su nombre científico ‘Ornithorhynchus anatinus’ significa “animal con hocico de ave y aspecto de pato”.
3. Como algunos roedores poseen abazones, es decir, bolsas de piel situadas a ambos lados de la cavidad bucal donde guardan comida para ingerirla después.
4. Lejos de lo que se pudiera creer, los ornitorrincos son más pequeños que un gato doméstico. Los machos miden entre 45 y 60 centímetros de longitud y pesan de uno a 2.5 kg. Y las hembras son un poco más pequeñas.
5. Su cola es parecida a la del castor y sus patas traseras están parcialmente palmeadas. Juntas actúan como timones mientras se mueve en las aguas y también como anclas mientras excava.
6. Su metabolismo genera energía con tanta rapidez que lo calienta de manera interna y su denso pelaje guarda el calor lo que le ayuda a soporta bien el frío.
7. Pasando al pico, este es suave, carnoso y además muy complejo. Está revestido de receptores sensibles al tacto y a la actividad eléctrica. Con el detecta hasta los leves campos eléctricos creados por las contracciones musculares de su presa.
8. Bajo el agua, su pico, constituye su contacto principal con el mundo, ya que el ornitorrinco mantiene cerrados los ojos, los oídos y la nariz.
9. Los machos, tienen en sus patas traseras espolones, conectados con su glándula venenosa del muslo. Y si se los encajan a sus atacantes les causan mucho dolor y la zona de la herida se le inflama.
10. Viven en túneles que ellos mismos cavan, y son bastante trabajadores pues sus madrigueras pueden medir de 1 a 30 metros y suelen tener muchas galerías laterales. Las guaridas de este tipo también ofrecen protección de las temperaturas extremas, por lo que constituyen nidos acogedores para que las hembras críen a sus cachorros.