Originalmente "Caperucita Roja" era una historia sangrienta y de terror para que las adolescentes no se dejaran convencer d...
Originalmente "Caperucita Roja" era una historia sangrienta y de
terror para que las adolescentes no se dejaran convencer de "cualquier
lobo". En el cuento el lobo invita a Caperucita a consumir la carne y
sangre de la abuela.
Pero los cuentos populares, generados a espaldas de la religión, no tienen el propósito de moralizar ni educar, limitándose a exponer de forma amena la crueldad humana y su fatalidad.
En la casi generalidad del cuento actual, de marcado carácter pedagógico ideológico, la intención es educativa tendente a la domesticación del niño lector para interiorizarle creencias. Son las consecuencias del krausismo religioso tan de moda entre los pedagogos.
El cuento de caperucita Roja, que hoy pasa por la simpleza de contenido en la que se le enseña al niño a “obedecer a los papás y no hablar con desconocidos” fue a lo largo del siglo XIX ampliamente matizado todavía sin la pérdida de su alto contenido sexual originario. Por una parte la inocencia y por otra el creciente deseo sexual que la pubertad trae consigo hacen de Caperucita Roja un relato abierto a todo tipo de interpretaciones.
